Antecedentes de la Independencia de Costa Rica

IMG_20210907_091149.jpg

Mons. Nicolás García Jerez

Desde el siglo XVI Costa Rica pertenecía eclesiásticamente a la Diócesis de Nicaragua y Costa Rica, cuya sede estaba en León. De ahí que en los años previos a la Independencia, las vicisitudes políticas y las inquietudes en torno a las mismas fueron comunicadas al clero costarricense a través de las autoridades de su diócesis y especialmente del obispo fray Nicolás García Jerez.

Monseñor García Jerez tomó posesión de su diócesis en 1810 y se mantuvo en la misma hasta su fallecimiento en 1825. Como los demás obispos americanos de la época, fue un obispo de nombramiento real, en virtud de las facultades concedidas por la Santa Sede a los reyes españoles sobre la Iglesia americana y conocidas como Patronato Real.

En Costa Rica el obispo estaba auxiliado por un vicario foráneo. A partir de 1820 y durante los años siguientes el sacerdote Pedro José Alvarado desempeñó esta responsabilidad. 

Los años anteriores a la Independencia de Centroamérica vinieron marcados por la invasión de España por parte de su vecino francés y el inmediato desencadenamiento de la Guerra de la Independencia contra éste (1808-1814), el inicio de los procesos de Independencia en distintos puntos de la América española a partir de 1810, el restablecimiento de la monarquía española en la cabeza de Fernando VII a partir de 1814 y la obligada jura por éste de la Constitución de Cádiz en 1820, antecedente inmediato de las Independiencias primero de México y seguidamente de Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica.

***

396a.jpg

El vicario general de la diócesis solicita al clero contribuir al mantenimiento de la Paz (1811)

Centroamérica no vivió una guerra independentista, pero si conoció en este periodo numerosos episodios de agitación, entre ellos los tempranos movimientos de San Salvador, León y Granada en 1811. Precisamente a raiz de estos hechos, Mons. Nicolás García Jerez se vio obligado a presidir una junta gubernativa en Nicaragua. Es en este contexto que su vicario general, el sacerdote Juan Francisco Vílchez, exhorta al clero de la diócesis para que predique en favor del mantenimiento de la Paz.

***

11.jpg

Se prohiben lecturas subversivas contra la Monarquía (1816)

Mons. Nicolás García Jerez se hace eco de la Real Cédula que ordena a las autoridades recoger "todos los exemplares de los miserables, ridículos e indecentes folletos que aquí se expresarán", por ser subversivos para la Monarquía española y la doctrina de la Iglesia, decretando el obispo pena de excomunión para quienes retengan o lean los folletos mencionados en el documento, todos ellos impresos en España entre 1811 y 1814.

***

97.jpg

Pío VII exhorta al clero a predicar fidelidad al rey Fernando VII (1816)

Mons. Nicolás García Jerez envía al clero de su diócesis una transcripción de la carta del Papa Pío VII (1742-1823), acompañada de una amplia exhortación del propio obispo a favor de la obediencia y la fidelidad que merece "nuestro Rey y Señor natural Don Fernando Séptimo de Borbón". La carta se publicó cuando Paraguay y Argentina ya eran independientes, al mismo tiempo que un gran ejército expedicionario que había salido de Cádiz en febrero de 1815 trataba de restablecer la situación en Venezuela y Colombia.

***

125v.jpg

Abolición de la Inquisición, como consecuencia de la nueva entrada en vigor de la Constitución de Cádiz (1820)

La sublevación en enero de 1820 del ejército expedicionario acantonado en Cádiz (y destinado a trasladarse a América), devolvió el poder en España a los liberales, quienes restablecieron la Constitución de 1812 y pretendieron desarrollar su programa político, enajenándose las simpatías de los distintos grupos de interés en México.

***

Los antecedentes